Alaska


Al menos una vez en la vida hay que viajar a Alaska.
Eso es lo que muchos montañeros dicen. Y nos hemos preguntado por qué será.
Sí, ya sabemos que Alaska es el destino definitivo para aventureros en Estados Unidos, pero hemos querido preguntar por ello a dos guías de montaña que conocen bien el destino: Hugo Cózar, diseñador de gran parte de los itinerarios de viaje de Muntania Outdoors, incluido el de Alaska; e Iñigo Ayllón, uno de nuestros guías más prolíficos, y justamente recién llegado de Alaska.

¿Qué es lo que más te gusta de Alaska como montañero?
HUGO: Lo que más me gusta como senderista y como montañero del Estado de Alaska es la extensión tan grande y salvaje que tiene este territorio. Es una Estado que permite hacer desde un corto paseo por alguno de sus lugares más famosos y visitados, hasta trekkings de varios días de duración en un ambiente muy salvaje y que pueden ser bastante complicados y duros, no tanto por el clima como por el terreno salvaje que puedes encontrar: espesos bosques, poderosos ríos, grandes montañas…
Además, siempre me ha impresionado mucho la facilidad para observar fauna salvaje en Alaska, tanto en el interior como en la costa. Desde osos y caribús como águilas, focas, ballenas y delfines… Es una maravilla.
ÍÑIGO: Inmenso, salvaje y espectacular. Es esa llamada de lo salvaje, a descubrir lo desconocido, a la exploración. Muchas veces se tiene la sensación de que estás viviendo en esos libros clásicos de aventuras de nuestra infancia. O en un documental… es un sitio excepcional.

¿Qué nivel de senderismo se necesita para disfrutarlo bien?
HUGO: Pues como siempre depende mucho de los objetivos que nos planteemos. En nuestros viajes por Estados Unidos y por Alaska se requiere algo de experiencia previa en caminar por el monte, que sea una actividad física que se realice con cierta asiduidad. Al que no esté acostumbrado a caminar las excursiones se le harán largas, pero es verdad que Alaska también permite disfrutar a ese apasionado de la naturaleza que no camina o que caminan muy poco. Por supuesto que si caminas tiene un encanto especial, pero no te tienes que ir lejos para disfrutar de la naturaleza.
Por otro lado, es verdad que podemos organizar excursiones más largas y exigentes, con un punto de autosuficiencia cargando la mochila con víveres para varios días. O ascensiones de alta montaña entre grandes glaciares que ya exigen unos conocimientos técnicos importantes.
ÍÑIGO: En general se circula siempre por sendas muy pisadas, por terreno muy cómodo. Pero es verdad que es un sitio con mucha humedad en la que la nieve se retira muy pronto y hay zonas con mucho barro. Hay zonas de turbera que no es que exijan demasiado, pero siempre hay que prestar atención. Para alguien que esté habituado a andar y a moverse por terreno de bosque y por terreno de de sencillo de montaña, pues lo va a poder hacer sin ningún problema. Y donde hay un poquito más de dificultad, ahí estamos los guías para ayudar.
¿Qué otros aspectos además del trekking destacarías del viaje?
HUGO: Primero la fauna. La terrestre y la marina. Además, la fauna marina tienes la opción de contratar barcos que te llevan a observar a los animales a los fiordos y al mar, y es algo muy recomendable.
Y luego la fauna en el interior: hay osos, caribús, alces… animales espectaculares que puedes ver viviendo en libertad y en armonía con la naturaleza. Es un Estado tan grande y tan poco desarrollado que es un paraíso para la fauna salvaje.
Y luego la flora: la cantidad de especies que puedes ver es enorme. Hay una disposición de la cubierta vegetal, muy influenciado por la altitud, pero también por la cercanía al mar. Puedes ver y sentir los notables cambios de la tundra a las zonas costeras.
ÍÑIGO: Seguramente sea enfrentarse a la cultura rural americana. A ese orgullo que tienen de Alaska como última frontera. Se nota una forma completamente diferente de relacionarse con el medio natural, completamente diferente de entender la vida como la entendemos en Europa. Y antropológicamente también es un viaje interesante, ¡o incluso para los que les gusten las hamburguesas!

¿Qué es lo que consideras más destacado de cada jornada del viaje?
ÍÑIGO: Yo dividiría como en cuatro partes el viaje.
La primera es el recorrido que se hace con los traslados en furgoneta, que ya es espectacular de por sí porque permite pararse en muchos sitios a hacer fotos de las inolvidables.
Luego la que para mí es la parte estrella: las excursiones. Y en casi todas teniendo como telón de fondo el Denali, un 6000 que es el monte más alto de Norteamérica. Y que con la meteo se vuelve como una caza, un juego del gato y el ratón que vislumbrarlo acaba siendo un aliciente para las excursiones.
Luego hay otro punto muy importante, que es la combinación de grandes glaciares con el bosque boreal y con la tundra. Son sitios visualmente muy llamativos para nosotros.
Finalmente, hay un día que ofrecemos la posibilidad de hacer un viaje en ferry a ver el glaciar Columbia, que es un glaciar que vierte sus aguas sobre el sobre el océano Pacífico. Y la combinación de paisaje y de fauna que se ve en el viaje, pues la verdad es que es una experiencia inolvidable.
Nadie va a quedar defraudado con lo que encuentra en este viaje.

¿Alguna anécdota que contarnos del viaje a Alaska?
HUGO: En estos viajes todos estamos ansioso por ver osos, salmones, leones marinos… y lo cierto es que algunos días los ves y otros no, pero siempre hay un factor de suerte. Y Una de las anécdotas del viaje al llegar hasta un lugar en el que hay un a piscifactoría de salmones, y los que fueron liberados por algún motivo regresan allí al final de su vida. Los osos y leones marinos lo saben y acuden a darse un banquete. Y claro, verlos cazar y comer hasta saciarse es todo un espectáculo.
ÍÑIGO: La anécdota de este viaje ha sido que hemos coincidido con el l 4 de julio, con la fiesta nacional de Estados Unidos. Y vimos un poco el cómo es el carácter alasqueño en el sentido de su pasión por el medio natural. Porque. En la ciudad la verdad es que no había nadie, pero es que el monte ese día estaba lleno. Y la tarde anterior la cantidad de gente que salía de la ciudad de Anchorage y que los veías por las carreteras pertrechados con todos sus equipos para para ir a pasar el día: con las barcas pescando, con las canoas, con las bicicletas, acampando… Fue bonito ver un poco cómo es el día a día de la de la gente de ahí y sobre todo cómo es su relación con la con la naturaleza privilegiada que les rodea.

¿Cómo animarías a otros montañeros a viajar allí?
Alaska responde muy bien a la idea que todos tenemos: un territorio enorme, salvaje y precioso. Un territorio de montañas, bosques, ríos, fiordos y mares embravecidos. Un bello y vasto territorio en el que si tuviéramos muchas vidas, nos pasaríamos la mitad de ellas explorándolo.
ÍÑIGO: Con los vídeos que y fotos que iremos poniendo en Instagram yo creo que es visualmente más que suficiente. Porque visualmente es un paraíso. Y creo que quien esté acostumbrado a andar por el monte y que y sobre todo tenga ese amor a lo salvaje, a la exploración, a la aventura, a los grandes espacios , a las grandes cimas, la fauna salvaje…
Es que Alaska tiene tantísimas tantísimas cosas que satisface a cualquier persona.