Desde el refu: Rodrigo Fernández
Seguimos presentando a nuestros guías de montaña; al inestimable equipo humano que hace posible que todos nuestros viajes de montaña sean garantía de éxito. Desde el “refu”, continuamos con Rodrigo Fernández.
Rodrigo es Técnico Deportivo de Media Montaña, guía UIMLA y miembro de la AEGM. Además, es dietista y entrenador personal con Máster en Nutrición Deportiva y Entrenamiento: se dedica a ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de salud y bienestar a través de la alimentación, el ejercicio y el contacto con la naturaleza.
Rodrigo practica diversas actividades de montaña, especialmente escalada clásica, alpinismo y esquí de travesía, y disfruta acompañando viajes de trekking y ascensiones.
Guías de montaña
¿Dónde y con quién fue tu primer contacto con la montaña?
Pues empecé caminando sólo por el monte, descubriendo lo esencial que es el contacto con la naturaleza. Hasta que me encontré con la escalada, lo que me abrió las puertas a nuevas sensaciones. Y aunque desde entonces se puede decir que ya no hubo marcha atrás, cada día que pasa aprecio más y más el entorno y la compañía y no tanto la dificultad de la actividad en sí misma.
El guía de montaña ¿nace o se hace?
Si quieres hacer algo bien, hay que practicarlo deliberadamente. Pero creo que una premisa básica es que realmente te guste lo que haces, y eso es posible que no se elija y venga dado. Así que, quizá, ambas cosas.
“Lo mejor de este oficio son las personas y poder compartir cosas con ellos, verlos satisfechos“.
¿Dónde y cuándo fue tu primer viaje como guía Muntania? ¿Y el último?
El primero fue un completísimo Tour al Monte Perdido este verano pasado. Y el último, celebrando el fin de año realizando ascensiones en el Valle de Ansó.
¿Cuál ha sido el viaje más especial que has guiado con Muntania?
Difícil elegir, todos han tenido grandes momentos y de todos guardo buenísimos recuerdos.
¿Qué hace de un viaje con clientes más fácil o difícil?
Creo que la propia disposición del guía. Lo mejor de este oficio son las personas y poder compartir cosas con ellos, verlos satisfechos. Hay cosas que no puedes controlar, pero si la actitud es la adecuada, todo va rodado.
Viajes de montaña
¿Cuál es el consejo de seguridad que más has repetido?
Una buena previsión y valoración de riesgos es imprescindible. Pero una vez en el monte: “no tenemos prisa” y “venimos a disfrutar”. Hay veces que tenemos un sentido de urgencia que nos puede hacer perder el foco y llevarnos a tomar decisiones precipitadas. A veces, en condiciones difíciles, cuesta esfuerzo respirar hondo y tener una visión amplia de la situación, pero eso es precisamente lo que se demanda. Y, por otro lado, volver sin contratiempos siempre es más importante que haber llegado a un punto concreto. Hay que saber renunciar.
¿Qué es lo que nunca falta en tu mochila?
Gorros y guantes de repuesto, un par de linternas frontales. Y el botiquín, claro.
¿Cuál ha sido tu top de actividad de montaña o aventura?
He ascendido la norte del Taillón en solitario, también en solitario he escalado la Peña Sola de los Mallos de Agüero y guardo muy buen recuerdo de la arista noroccidental del Petit Astazou.
¿Las montañas más bonitas del mundo son?
Imposible elegir, es como… ¿a quién quieres más, a mamá o a papá? De lo que conozco, Pedriza y Montserrat son lugares mágicos. Los Dolomitas son muy impresionantes. Pero Pirineos es salvaje y muy diverso… Incomparables son los Valles Occidentales, el Vignemale, Ordesa y Monte Perdido, Aigüestortes… ¡y el Midi d’Ossau!
¿Qué sueño te queda por cumplir?
Demasiados en general, pero ninguno en particular, más allá de seguir disfrutando tal y como lo estoy haciendo durante muchísimo más tiempo, conociendo personas maravillosas y descubriendo el mundo con ellas.
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