Skimo en Kirguistán: en 1ª persona
“El viaje de esquí de montaña a Kirguistán ha sido realmente fue una experiencia muy especial. Aún sigo de “resacón” del viaje. Es uno de esos viajes que se van saboreando mucho tiempo después de haber venido, cuando vas asimilando todo lo vivido...”
Esquí de montaña en Kirguistán
Un grupo de Muntania ha vuelto recientemente de disfrutar de nuestro programa de viaje de esquí de montaña en Kirguistán. El país, situado en Asia Central, alberga la cordillera de Tian Shan, que cuenta con algunos de los terrenos de esquí de travesía más espectaculares y vírgenes del mundo. Un país que siempre supone una experiencia única de viaje a esquiadores de travesía
Como en muchos otros viajes, el esquí de travesía a veces es una excusa (una muy buena) para conocer otros países y culturas del mundo. Y en el caso de Kirguistán con unas impresionantes cordilleras y montañas como escenario. ¡Y siempre a tope de nieve polvo!
Preguntamos a un par de miembros del último viaje de Muntania en Kirguistán sobre su experiencia.
Kirguistán, en 1ª persona
Victor Gasch tiene 59 años y lleva esquiando unos 25 años, 9 de ellos haciendo travesía.
¿Qué es lo que más ha gustado del viaje a Kirguistán?
Para mí es difícil destacar algún aspecto concreto porque en realidad he disfrutado de todo lo concerniente al viaje. Es un país muy distinto al nuestro y, personalmente, me gusta no solo disfrutar de la actividad, también del paisaje y paisanaje, las distintas costumbres de la gente, comidas, arte….
¿Cuál ha sido el día de actividad que más recordaréis? ¿Por qué?
Quizá el último día. Resultó un muy buen día con buenas bajadas y la satisfacción de terminar la semana sin incidentes, lo cual daba un plus de buen feeling.
¿Habéis vuelto con una percepción más completa del país y la zona?
Sin duda. Inicie el viaje con cierto recelo dada la situación bélica en Ucrania y sin saber lo que me iba a encontrar realmente en un país tan distante geográfica y culturalmente. Al final, el país me ha encantado y no ha existido ningún problema en ningún ámbito. La gente parece muy amable, pero es tímida y no hablan inglés salvo contadas personas. Por decir algo más, quizá me hubiese gustado pasar un día más en la capital a la finalización del viaje, y así conocer Bishkek.
Culturalmente ¿habéis vivido alguna experiencia que os haya llamado la atención o chocado?
En Karakol hicimos una visita a un mercado que tenía de todo (ropa, comida, calzado, carnicerías, artesanos…. y realmente fue como trasladarse en el tiempo. Aemás sin el componente de atracción turística que estos sitios pueden tener en otros sitios del mundo como Estambul. Estuvo muy bien
¿Alguna anécdota curiosa o graciosa del viaje?
Cuando la furgoneta que nos transportaba, en una zona totalmente helada, quedo una de las ruedas de atrás atrapada en el hielo y hubo que tirar de pala para que pudiese traccionar y salir de allí. Perdimos en torno a una hora y media en ese incidente.
¿Por qué recomendaríais a otros esquiadores de montaña a viajar a Kirguistán?
La nieve en gran cantidad.
María Jesús tiene 54 años y le encanta hacer esquí de travesía y conocer lugares nuevos practicándolo. Por ese motivo ya ha viajado a Chile, Argentina, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, etc.
¿Qué es lo que más ha gustado del viaje a Kirguistán?
Del viaje a Kirguistán me ha gustado todo: la hospitalidad y tranquilidad de sus gentes, los paisajes, sus montañas…
¿Cuál ha sido el día de actividad que más recordaréis? ¿Por qué?
No hay un día más especial que otro. En los dos primeros días me costó esquiar en aquella nieve tan diferente (mucha nieve y muy “arena”). Pero la recompensa de dormir en una yurta lo compensaba. Los días en Jyrgalan fueron muy buenos, con unos paisajes increíbles. Esquiar solos en aquellos lugares inmensos es un auténtico lujo.
¿Habéis vuelto con una percepción más completa del país y la zona?
Nuestro guía Mikel es español y lleva años viviendo en Kirguistán. Es una “enciclopedia”, que nos contó infinidad de cosas del país, de absolutamente todos los ámbitos (geográficos, políticos, culturales, gastronómicos…). Un lujo, la verdad. Nuestros alojamientos, tanto las yurtas como la casa de huéspedes de Jyergalan, nos permitieron convivir con gente de allí y conocer muy de cerca parte de su día a día, así como su cultura, su gastronomía…
¿Alguna anécdota curiosa o graciosa del viaje?
Anécdotas divertidas hubo infinidad… los nombres que nos inventábamos para las comidas (el kirguiso es un idioma difícil para nosotros), la sauna en las yurtas…
¿Por qué recomendaríais a otros esquiadores de montaña a viajar a Kirguistán?
Por supuesto que recomendaría el viaje a todos aquellos que quieran conocer de forma auténtica un país todavía muy desconocido con paisajes increíbles.
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