Hielo en Dolomitas: así fue nuestro viaje
Con el frío propio del ecuador del invierno, nuestros viajes de escalada en hielo se activan. Este invierno ha sido el turno de un viaje muy especial de escalada en hielo en Dolomitas, del que nuestro grupo acaba de volver recientemente.
Preguntamos al guía Roger Cararach sobre un viaje que, viendo las fotografías y los vídeos, estamos seguros de que ha sido uno de esos que no se olvidan.
Escalada en hielo en Dolomitas
¿Qué es lo que más te gusta del viaje en Dolomitas como escalador?
Como escalador, lo que más me gusta de Dolomitas, indudablemente, es el entorno. Escalar esas montañas tan imponentes es especial, mágico.
¿Qué nivel de escalada se necesita para disfrutarlo bien?
Para disfrutarlo bien se necesita un poco más de nivel que en el viaje de Rjukan en Noruega. Está bien tener un poco de más experiencia en el hielo, porque en general las cascadas son más exigentes que en Rjukan. Vale, es verdad que hay cosas fáciles, pero son un poco más exigentes para disfrutar. Y luego están las aproximaciones, ya que en todas hay que andar una hora u hora y media. O sea que nunca quedan demasiado cerca.
Así que yo recomendaría hacer primero el viaje de Rjukan, y este ya con un nivel más avanzado.
¿Qué otros aspectos, además de la escalada, destacarías del viaje?
Pues que estamos en el norte de Italia y se come súper bien. Todos los días se puede ir a cenar a un sitio distinto y probar comidas típicas de la zona. Y además conocer mejor la problemática historia de este enclave tan especial de los Alpes.
¿Alguna anécdota que contarnos?
Una mañana estábamos caminando hacia un sector de escalada y se nos cruzaron unos corzos salvajes a escasos metros. Fue un momento muy bonito. Y es que una de las cosas que tienen Dolomitas es que, si buscas bien, puedes escalar en valles muy salvajes totalmente en solitario, sin cruzarte ni ver a nadie.
¿Cómo animarías a otros escaladores a viajar allí?
Yo sobre todo animaría a la gente a la que le guste el hielo que ya haya hecho algo previamente, ya que es un destino en el que se pueden escalar vías exigentes de varios largos cada día.
Es un viaje para gente a la que le guste el hielo: los Dolomitas, igual que para la roca en verano, ¡pues el invierno para hielo!
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